El pasado 15 de octubre de 2024 se publicó en la prestigiosa revista Nature Plants el artículo titulado Not dead yet: Study reveals resilience, extraordinary biodiversity, and opportunity to conserve western Ecuador’s decimated cloud forests (No ha muerto: un estudio revela la resiliencia, la extraordinaria biodiversidad y la oportunidad de conservar el diezmado bosque nublado del noroccidente de Ecuador). Investigadores internacionales de primera línea en el campo de la conservación vegetal como fueron el Herbario de la Universidad de Harvard, el Jardín Botánico de Missouri (EEUU), el Museo de campo de Historia Natural de Chicago, el Jardín Botánico de Marie Selby en Florida, el Departamento de Biología de la Universidad de Miami y el Instituto Francés de Investigación para el Desarrollo (IRD), desarrollaron este estudio junto con destacados centros de investigación nacional como la universidad San Francisco de Quito, la Universidad de Las Américas, la PUCE sede Quito y sede Santo Domingo, Jardín Botánico Padre Julio Marrero y el Herbario Nacional del Ecuador (QCNE), Herbario de Quito (QCA) y Herbario de Guayaquil. Esta investigación que comenzó en el año 2021 captando la atención de la comunidad botánica internacional, ha tenido lugar en la provincia de Santo Domingo de los Tsa’chilas, en concreto en el Cerro Centinela un pequeño sistema montañoso cercano al Esfuerzo y parte de un paradigma al que O. Wilson acuñó como extinción centinelensis. Este término ha sido usado posteriormente para referirse a la rapidez con la que algunas especies de plantas endémicas (de distribución muy reducida o incluso exclusiva en una pequeña región) pueden estar desapareciendo, incluso antes de ser descritas por la ciencia https://rdcu.be/dW1IA
C. Dodson y A. Gentry, botánicos que comenzaron los estudios de biodiversidad en el C. Centinela, advirtieron hace más de 30 años acerca de que Centinela supondría el evento de extinción más masivo de la era moderna. Sin embargo este estudio reveló que la situación era más optimista y sorprendente de lo esperado. Una vez que el actual grupo de investigadores comenzó sus estudios en campo descubrieron un mosaico de pequeños fragmentos supervivientes al histórico proceso de deforestación de esta región. Es más, aún se siguen describiendo nuevas especies para la ciencia nunca antes descritas. Se pudo comprobar que gran parte de las especies consideradas endémicas para esta zona, han sido registradas en otras partes del Chocó como Colombia o Panamá, lo que nos aleja de la idea extinción inminente. Actualmente sigue habiendo 11 especies que solo pueden encontrarse en los alrededores de Centinela (solo la orquídea Bifrenaria integrilabia es exclusiva para el cerro).
El Jardín Botánico Padre Julio Marrero de nuestra sede universitaria PUCESD, pudo participar de las salidas de campo del estudio asumiendo un rol en la conservación de todas estas importantes especies, desarrollando un plan d conservación ex situ dentro de sus instalaciones. Esta medida resulta útil tanto para ampliar el conocimiento de aspectos sobre la biología de las especies (crecimiento, germinación, etc.) como para poder propagarlas y en un futuro próximo reintroducirlas para fortalecer sus poblaciones naturales. Actualmente el jardín cuenta con una colección de planta viva de conservación de más de una veintena de especies amenazadas.
El Jardín Botánico Padre Julio Marrero de nuestra sede universitaria PUCESD, pudo participar de las salidas de campo del estudio asumiendo un rol en la conservación de todas estas importantes especies, desarrollando un plan d conservación ex situ dentro de sus instalaciones. Esta medida resulta útil tanto para ampliar el conocimiento de aspectos sobre la biología de las especies (crecimiento, germinación, etc.) como para poder propagarlas y en un futuro próximo reintroducirlas para fortalecer sus poblaciones naturales. Actualmente el jardín cuenta con una colección de planta viva de conservación de más de una veintena de especies amenazadas.
Este estudio ha puesto de manifiesto que, si bien es sorprendente la capacidad de resiliencia de incluso los ecosistemas más sensibles, es imperiosa la necesidad de conservar estos bosques debido a la descomunal biodiversidad que a día de hoy sigue sorprendiendo a la ciencia. Comprender la verdadera biodiversidad de Centinela es crucial para crear estrategias efectivas de conservación como la que ha iniciado el Jardín Botánico y que se suma a los esfuerzos para asegurar que esta joya de la provincia de Santo Domingo nunca se apague.
Enlace al artículo en la revista digital EurekAlert de la Universidad de Harvard: https://www.eurekalert.org/news-releases/1061111