Conservación

El Chocó biogeográfico

El Jardín Botánico Padre Julio Marrero se encuentra ubicado en una de las áreas geográficas más biodiversas del mundo, la bioregión del Chocó, que se extiende desde Panamá hasta el sur de Ecuador. Esta zona representa un punto caliente de biodiversidad o hotspot denominado Tumbes-Chocó-Magdalena, es decir una región limitada y generalmente no muy extensa que reúne una riqueza natural de formas de vida mucho mayor a otras zonas del planeta. Esta alta tasa de diversidad biológica hace que el Chocó reúna muchas especies únicas. De entre las 11000 especies de plantas vasculares que se han descrito en esta zona, aproximadamente un cuarto no se encuentra en ninguna otra parte del globo, es decir, son endémicas. Lo mismo ocurre con otros grupos de organismos como aves, mamíferos y anfibios.

A pesar del enorme valor biológico de los bosques del Chocó, en la actualidad estos presentan un elevado grado de amenaza por la deforestación, fragmentación, degradación del hábitat en general o el potencial impacto del cambio climático. Se calcula que entre el 70 y 90% de estos bosques ya han desaparecido, en especial en el Chocó de tierras bajas más próximo a la Costa ecuatoriana. Esta clara vulnerabilidad hace que sea urgente emprender acciones de conservación.
El JBPJM, en colaboración con diferentes entidades privadas nacionales e internacionales trabaja en programas de conservación ex situ a través de las cuales contribuir a la salvaguarda del patrimonio genético y natural que constituye la flora del Chocó tropical. Para ello, alberga en sus colecciones de planta viva especies vegetales que conforman la flora de esta región, muchas de las cuales se encuentran amenazadas por diversos motivos.

El proyecto Centinela Rebirth es un trabajo en  colaboración con la Fundación de Conservación Jocotoco y que tiene el objetivo de producir 3000 plantas de 15 de los árboles más amenazados del Chocó. Este esfuerzo de propagación que se desarrollará hasta el 2027, busca reintroducir las nuevas plantas y contribuir al incremento de individuos en las poblaciones naturales de estas especies. Algunos de estos árboles son: Annona conica, Carapa megistocarpa o Matisia palenquiana, todas ellas en peligro de extinción.

Conservación Magnolias

Magnolia de Canandé (Magnolia canandeana) y Magnolia de Dixon (Magnolia dixonii) son dos especies de arboles comunmente conocidos como magnolias que se encuentran en peligro crítico de extinción. Presente en los bosques litorales de Esmeraldas M. dixonii, árbol grande usado tradicionalmente para la construcción de canoas, fue redescubierto en 2017 en la reserva Tesoro Escoindido tras medio siglo desde que se viera el último ejemplar vivo. La única población conocida se encuentra en la reserva donde fue descrita y el número de individuos reproductivos no excede los 50. Magnolia canandeana, habita en regiones naturales como los bosques húmedos o montanos bajos de la coordillera costera del Chocó ecuatorial y su distribución está restringida al sector Quinidé, el cual presenta una elevada deforestación y cambio de uso de suelo.
En el JBPJM actualmente se cuenta con plantas de estas dos especies de magnolias que tratan de representar la diversidad genética de la población natural y que se encuentran en un proceso de aclimatación, para más adelante pasar a formar parte de las colecciones de planta viva.

Conservación Gastheranthus

Gasteranthus extinctus, perteneciente a la familia Gesneriaceae, es un endemismo del bosque húmedo del Chocó que fue redescubierto en 2021 por un equipo de botánicos internacional del que no se tenia conocimiento desde su último registro en 1985. Catalogado actualmente como en peligro crítico de extinción, algunos ejemplares de sus poblaciones naturales en diferentes ubicaciones dentro del Cerro Centinela han sido aclimatados dentro del JBPJM en donde se encuentran siendo propagados con el fin de incrementar el número de efectivos para su futura reintroducción.

Conservación Dracontium

Una de las araceas más interesantes que puede encontrarse en el bosque litoral húmedo y piemontano es Dracontium croatii. Con tan solo 6 poblaciones conocidas es una especie catalogada como en peligro de extinción, aunque algunas de estas se encuentran dentro del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP). Su compleja biología y el prolongado letargo de sus semillas la hacen vulnerable frente a las alteraciones de su hábitat. En el JBPJM se cuenta con algunos ejemplares de diferente edad provenientes de poblaciones naturales en los que se estudia el protocolo que reúna las mejores condiciones para facilitar su germinación.

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